Hay días mundiales para casi cualquier cosa. Este martes, 26 de abril, es el Día Mundial del Pene y se celebra para concienciar a la población sobre la práctica del sexo seguro, así como para recaudar fondos para la lucha contra el sida.
El mantenimiento de una higiene genital es un requisito básico para contar con una buena vida sexual. Una correcta higiene genital masculina implica la limpieza diaria de toda la zona genital: pene, ingle, testículos y escroto con agua y jabón. La zona genital no tiene el mismo pH que el resto del cuerpo y, por este motivo, el jabón empleado en estas zonas debería ser neutro – pH 7 -.
Depilación genital masculina: ¿cuáles son los productos y métodos existentes?
Igualmente, el afeitado y la depilación de la zona íntima es un hábito cada vez más extendido entre los hombres. Aunque la mayoría de las investigaciones existentes sobre el tema señalan que la eliminación del vello púbico no implica beneficios significativos para la salud, cada vez son más las personas que lo llevan a cabo por razones estéticas.
Hoy en día, existen diferentes métodos de depilación. He aquí un repaso a los mismos según el criterio de Suro:
- Cera: se aplica cera tibia en pubis e ingles. Para este método, desaconsejamos el uso de cera en el pene o testículos por cuestiones de sensibilidad. Cabe recalcar que, la zona íntima masculina es tan delicada y sensible que aconsejamos acudir a profesionales como primera opción.
- Cuchillas de afeitar: tiene como beneficio el control total sobre la hoja de afeitar, por lo que hay menos riesgo de provocar algún corte.
- Maquinilla eléctrica: sirve para todo tipo de vello, no duele y no hay riesgo de cortes, como sucede con las cuchillas.
- Crema depilatoria: se trata de cremas depilatorias para zonas íntimas con un efecto suave para prevenir la irritación y el picor de la piel.
- Láser: son totalmente seguros y no hay que fiarse de los mitos que circulan por internet. Según los expertos, el tratamiento depilatorio con láser es el método más eficaz y duradero de todos, siempre que se realice bajo supervisión médica y por profesionales certificados y cualificados en el tratamiento con láser.